viernes, 6 de marzo de 2015

EL QUINTO SOL MEXICA

EL QUINTO SOL MEXICA
El Quinto Sol o "Quinta Era" según la cosmogonía de los aztecas es la época que estamos viviendo actualmente y se estima como probable fecha del termino de esta época hacia finales del año 2012.

El Quinto Sol
es un mito mesoamericano sobre la creación del mundo, universo y la humanidad. Según él, la Tierra ha pasado por cinco etapas diferentes desde su creación, regidas cada una por un sol. Según los aztecas existieron cuatro soles o edades antes que la nuestra, cada una de las cuales finalizó con grandes catástrofes naturales que diezmaron a la humanidad.

Calendario Maya

El Quinto Sol de los aztecas es considerado sólo un mito, pero cada vez existen más referentes históricos que apoyan la tesis que efectivamente existieron cuatro épocas anteriores en la cosmogonía de la humanidad. Los nativos o indios Hopi comparten la misma cosmovisión del Quinto Sol de los aztecas y mayas.

Los Cinco Soles o Quinto Sol es conocido por la literatura azteca y por los pocos códigos que sobrevivieron a la destrucción de los conquistadores, pero principalmente por el llamado “Calendario azteca”, “Piedra del Sol” una de las piezas arqueológicas más estudiadas y controvertidas, que se encuentran en el Museo Nacional de Antropología de México.

Se trata de un gigantesco disco de piedra de más de tres metros y medio de diámetro y un peso cercano a las 25 toneladas, donde se ha representado esquemáticamente la compleja cosmogonía azteca.

El Quinto Sol es un mito mesoamericano sobre la creación del mundo, universo y la humanidad. Según él, la Tierra ha pasado por cinco etapas diferentes desde su creación, regidas cada una por un sol:

El primer Sol Nahui-Ocelótl (Cuatro-Ocelote o Jaguar), porque el mundo, habitado por gigantes, había sido destruido, después de tres veces cincuenta y dos años, por los jaguares, que los aztecas consideraban nahualli o máscara zoomorfa del dios Tezcatlipoca.

El segundo Sol Nahui-Ehécatl (Cuatro-Viento), regida por Quetzalcóatl, desapareció después de siete veces cincuenta y dos años al desatarse un gran huracán, que transformó a los sobrevivientes en monos.

El tercer Sol Nahui-Quiahuitl (Cuatro-Lluvia), desapareció al cabo de seis veces cincuenta y dos años, al caer una lluvia de fuego, manifestación de Tláloc, dios de la lluvia, de largos dientes y ojos enormes. Los habitantes de la tierra eran en su mayoría inmorales y perversos, y los sobrevivientes se transformaron en pájaros y guajolotes.

El cuarto Sol Nahui-Atl (Cuatro-Agua), cuya regente fue Chalchiutlicue acabó con un terrible diluvio, después de tres veces cincuenta y dos años, al que sólo sobrevivieron un hombre y una mujer, que se refugiaron bajo un enorme ciprés. Cada uno de estos soles corresponde a un punto cardinal: Norte, Oeste, Sur y Este, respectivamente. En él sucedió que todo se lo llevó el agua y la gente se convirtió en peces.

El quinto sol Nahui-Ollin (Cuatro-Movimiento), porque está destinado a moverse a seguir su camino. Según la interpretación de nuestros ancestros o chamanes corresponde al movimiento del sol por sus explosiones solares. También a movimientos de la tierra con el objetivo de realinear su eje terrestre original.
 El primer mundo sucumbió por el fuego, el segundo por el hielo y el tercero por el agua. Nuestro actual mundo, que es el cuarto según sus profecías, está tocando a su fin, y dará paso a un nuevo mundo en un futuro no muy lejano. En total, la humanidad deberá recorrer siete períodos.

Todas las cosmovisiones de los pueblos ancestrales tienen referentes históricos celosamente guardados por sus culturas, pero que en los últimos años se han ido difundiendo a través de diversos medios por el creciente interés de captar las verdaderas señales de un posible termino de una época para finales del año 2012 y el comienzo de un nuevo Sol o mundo para la humanidad.

El mensaje que nos transmiten nuestros ancestros de todas las razas parecen coincidir. El nuevo mundo o humanidad renacerá cuando el hombre sea capaz de comprender que es responsable de cada una de sus decisiones y actos. Y que cada acción influye y toca el mundo de los otros.

Falsas profecías de un nuevo mesías, profetas, noticias alarmistas de destrucción y un falso fin del mundo solamente logran confundir más a una sociedad que anhela encontrar respuestas sinceras y de acciones concretas.

Respetar cada expresión de vida manifestada sobre el planeta tierra, integrar formas de vivir naturales que comprenden los ritmos propios de la naturaleza. Tal vez nuestros hermanos nativos y ancestros jamás estuvieron equivocados.

TENOCHTITLAN

TENOCHTITLAN

México-Tenochtitlán   (en náhuatl, Mēxíhco-Tenōchtítlān; Tetl=Piedra, Nochtli=Tuna y tlan=Abundancia) fue la capital del Imperio mexica. La fundación de la ciudad es un hecho cuya historia se mezcla con la leyenda. La mayoría de las fuentes cita como fecha de fundación de la ciudad el año de 1325, de acuerdo con la información que se encuentra registrada en varios documentos, sin existir un día exacto comprobado. La leyenda de la fundación señala que México-Tenochtitlán fue poblada por un grupo de tribus nahuas migrantes desde Aztlán, lugar cuya ubicación precisa se desconoce. Tras merodear por las inmediaciones del lago de Texcoco, los futuros mexicas se asentaron en diversos puntos de la cuenca de México que estaban sujetos al señorío de Azcapotzalco. La migración concluyó cuando fundaron su ciudad en un islote cercano a la ribera occidental del lago. Las excavaciones arqueológicas apuntan a que el islote de México estuvo habitado desde antes del siglo XIV y que la fundación de Tenochtitlán pudo ser posterior a la de México-Tlatelolco, su "gemela" del norte. México-Tenochtitlán se convirtió en un altépetl independiente tras el establecimiento de una alianza con Texcoco y Tlacopan que derrotó a Azcapotzalco.
La capital de los mexicanos se convirtió en una de las mayores ciudades de su época en todo el mundo y fue la cabeza de un poderoso Estado que dominó una gran parte de Mesoamérica. El florecimiento de la ciudad se realizó a costa del tributo pagado por los pueblos sometidos a su poder. Por ello, cuando los españoles llegaron a Mesoamérica, numerosas naciones indígenas se aliaron con ellos con el objetivo de poner fin a la dominación tenochca. Cuauhtémoc —último tlatoani de México-Tenochtitlán— encabezó la resistencia de la ciudad, que cayó el 13 de agosto de 1521 a manos de los españoles y sus aliados indígenas, todos bajo el mando de Hernán Cortés.

México Tenochtitlán (lugar de tunas sobre piedra/las tunas son las frutas que da el nopal), se fundó en una pequeña isla en medio de un lago donde en 1325 los antepasados de los aztecas vieron un águila sobre un nopal, escena que vemos representada en el escudo de la bandera mexicana.
Finalmente los aztecas encontraron el sitio indicado en algún lugar del lago de Texcoco y allí fundaron su ciudad. Tal isla se encontraba en donde hoy está el centro de la ciudad. De acuerdo a la tradición calendárica y las crónicas, estos sucesos ocurrieron el día 18 de julio de 1318, de acuerdo con los códices Cuahuitlán y Vaticano, y en 1325 según códice de Mendoza. Más tarde los aztecas edificaron en el lugar sus templos.
La tradición legendaria de los pueblos nahuas explica que estos pueblos hicieron una peregrinación desde su lugar de origen, llamado Aztlán hasta lo que más tarde sería Tenochtitlán, y que esta peregrinación de los nahuas-aztecas duró 165 años, hasta encontrar el lugar deseado. Según a sus leyendas su dios Huitzilopochtli ('colibrí izquierdo'), les había prometido que encontrarían un lago con un islote, en el cual habría una roca y sobre la roca un nopal y, sobre el nopal un águila con alas extendidas y reconociendo al sol.
Etimológicamente Tenochtitlán significa literalmente 'lugar de tunas sobre piedra', las tunas son las frutas que da el nopal. Morfológicamente en náhuatl te-nōch-ti-tlān deriva de las palabras te(tl) 'piedra', y nōch(tli) (tuna), que integradas a -ti (estativo) y -tlān 'lugar (de), o donde abunda algo' se construye la palabra 'tunal'. Según ilustra el Códice Borgia, la palabra 'piedra' en este caso significa «corazón de la Tierra», ya que la forma con la que se representa se asemeja a un corazón humano doble. El nopal, de donde se derivan las tunas, nace directamente de la diosa de la tierra. Esta representación le da el significado divino a la piedra original.

Después de la Conquista de México-Tenochtitlán, algunos frailes tuvieron interés en conocer la historia antigua de la ciudad. Gracias a esta curiosidad se dispone de documentos que permiten acercarse a los relatos de los indígenas. Algunos de estos documentos, más tardíos, fueron elaborados directamente por los descendientes de la nobleza indígena. Todas estas fuentes indican que los mexicas eran originarios de Aztlán, sitio sobre el que se debate su ubicación precisa y su existencia real. De acuerdo con la Crónica Mexicáyotl, en Aztlán los futuros mexicas eran esclavos de los aztecas y llevaban este nombre. Cuando Huitzilopochtli manifestó a su pueblo el imperativo de que marcharan hacia nuevas tierras, también les ordenó que dejaran de llamarse aztecas porque a partir de ese momento serían todos mexicas.Este episodio también es recreado por el Códice Aubin y el Códice Durán. La Tira de la Peregrinación señala que Aztlán estaba ubicado en una isla donde había seis calpullis y un gran templo, probablemente dedicado a Mixcóatl. En la Tira, Huitzilopochtli sólo aparece después que los aztecas llegaron a Teoculhuacan en el año 1-pedernal. De ahí partieron ocho calpullis encabezados por cuatro teomamaque ("cargadores de los dioses"); uno de ellos, identificado como Tezcacóatl, cargaba el bulto de Huitzilopochtli.
La más reciente traducción de los "Anales de Tlatelolco" menciona el día "4 Cuauhtli" (Aguila) del año 1064-1065 o "1 Tecpatl" ligado a la salida definitiva del territorio de Aztlan-Colhuacan.
Según la mitología mexica Huitzilopochtli les ordenó que sólo fundarían su reino donde estuviera "un águila posada sobre un nopal devorando una serpiente". Siguiendo este designio, los mexicas deambularon por varios lugares, siempre en busca del portento que indicara cuál era la tierra prometida por su dios. De acuerdo con la Tira de la Peregrinación, la gente de Cuitláhuac se separó del resto de los calpullis cuando aún estaban en migración. Más tarde, los mexicas llegaron a la región de Tollan-Xicocotitlan, donde Huitzilopochtli les ordenó que desviaran el cauce de un río para crear una laguna en torno de un cerro. El placer de vivir en esa tierra casi llevó a los mexicas a olvidar que su dios les había prometido otra tierra, y viendo esto, Huitzilopochtli les hizo salir de ese sitio y continuar la migración. Llegaron entonces al valle de México y pasaron por varios pueblos, hasta que se asentaron en territorio de los tepanecas de Azcapotzalco, a quienes les sirvieron como guerreros mercenarios. Finalmente, encontraron el sitio señalado por Huitzilopochtli en un islote del lago de Texcoco. En la Crónica Mexicáyotl, Tezozómoc dice que cuando hallaron el lugar, el sacerdote Cuauhtlaquezqui dijo las siguientes palabras:
Id y ved un nopal salvaje: y allí tranquila veréis un águila que está enhiesta. Allí come, allí se peina las plumas, y con eso quedará contento vuestro corazón: ¡allí está el corazón de Copil que tú fuiste a arrojar allá donde el agua hace giros y más giros! Pero allí donde vino a caer, y habéis visto entre los peñascos, en aquella cueva entre cañas y juncias, ¡del corazón de Cópil ha brotado ese nopal salvaje! ¡Y allí estaremos y allí reinaremos: allí esperaremos y daremos encuentro a toda clase de gentes!
Nuestro pechos, nuestra cabeza, nuestras flechas, nuestros escudos, allí les haremos ver: a todos los que nos rodean allí los conquistaremos! Aquí estará perdurable nuestra ciudad de Tenochtitlan! El sitio donde el águila grazna, en donde abre las alas; el sitio donde ella come y en donde vuelan los peces, donde las serpientes van haciendo ruedos y silban! ¡Ese será México Tenochtitlan, y muchas cosas han de suceder!

Los canales se usaban para el transporte con barcas hechas de totoras. Había barcazas para la recolección de desperdicios y otras para la recolección de excremento, que era utilizado como abono en las chinampas. Alrededor de 1000 personas estaban encargadas de la limpieza de las calles. Bernal Díaz del Castillo comenta su sorpresa al encontrar letrinas en las casas particulares, en el mercado público y en los caminos. Los canales se cruzaban por puentes de madera que de noche eran retirados, como forma reguladora de las corrientes del lago y como estrategia militar.
A pesar de que el lago de Texcoco era salado, la ciudad estaba rodeada de agua dulce gracias a los diques construidos por los mexicas y que permitían concentrar ahí el agua que desembocaba de los ríos que alimentaban al lago. La ciudad contaba con dos acueductos que tenían dos canales, que Bernal describe como "del ancho de un buey". Esto permitía mantener un canal en operación en tanto se le daba mantenimiento al otro. Esta agua era principalmente usada para lavado y aseo, los mexicas acostumbraban a tomar dos baños al día, y se reporta que Moctezuma II tomaba cuatro. Usaban la raíz de coplaxócotl (Saponaria americana) como jabón, y la raíz de metl para el lavado de la ropa.
La simetría de la ciudad era mantenida por medio de un funcionario llamado calmimilócatl, que debía supervisar cualquier construcción y evitar que se invadieran las calles y canales, que eran previamente construidos.


GUACHIMONTONES GUADALAJARA

GUACHUIMONTONES GUADALAJARA
Guachimontones (o Huachimontones) es el nombre de un centro ceremonial y antiguo asentamiento prehispánico ubicado en la ciudad y municipio de Teuchitlán, aproximadamente a una hora al oeste de la ciudad de Guadalajara en el estado de Jalisco. Este asentamiento fue bautizado así por el nombre del lugar donde se descubrió este primer sitio arqueológico; posteriormente se han descubierto otros asentamientos de la misma Tradición Teuchitlán,1 una compleja sociedad que probablemente existió desde 300 a.C. hasta 900 d.C.
Este centro ceremonial incluye varias construcciones con un estilo arquitectónico peculiar, entre ellas varios túmulos cónicos escalonados o pirámides (una de ellas con restos de un palo de volador) rodeadas de patios circulares, dos juegos de pelota, un anfiteatro y algunas terrazas y edificios menores. Dadas sus grandes dimensiones, actualmente el sitio continúa en fase de exploración y requiere de una investigación de largo alcance.

Se desconoce quién bautizó como "Los Guachimontones" a este sitio en las cercanías de Teuchitlán. La palabra Guachimontón o Huachimontón es un término mestizo, relativamente moderno, y procede del prefijo nahuatl cuautli-, árbol; chinamitli, muralla; y del castellano montón. También se cree que “guachi” o “guaje” proviene de la palabra náhuatl “huaxe” que combinándola con la palabra “montón” que es de origen castellano, se podría traducir entonces como “montón de guajes”, ya que en la zona abundan los árboles de dicha especie (Leucaena leucocephala).
Por su parte, el topónimo Teuchitlán se deriva de la voz “teotzitlán” o “teutzitlán” que se interpreta como “lugar dedicado a la divinidad” o “lugar dedicado al dios reverenciado”.2
Texto en negrita== Antecedentes == Si es cierto que no se sabe exactamente que población vivió en el lugar ya que no se tienen antecedentes de escritura ni de imágenes es probable que haya sido una cultura en el que su nombre termine en ixta, inca o ina ya que son las terminaciones más comunes en el país.
El estilo arquitectónico particular de este asentamiento recibe el nombre de Guachimontón, y se asigna a los túmulos y estructuras hechos de niveles circulares escalonados. Se cree que tales estructuras, en el caso particular del asentamiento en Teuchitlán, eran utilizadas para ceremonias en honor al dios del viento Ehécatl, y que incluían un análogo de la ceremonia ritual de los Voladores,1 donde un sacerdote subía a un poste elevado para rendir honores a la divinidad; poste que se colocaba en la cima de los túmulos, poniendo su abdomen en el centro del poste dando forma de uan balanza. Este concepto es particularmente importante para Teuchitlán, porque lo sitúa entre los sitios identificados más antiguos, relacionados con esta tradición,1 que se creía más bien arraigada entre aztecas y totonacas del centro y oriente de México.

Descubrimiento


Ruinas por explorar, hace falta mucha investigación.
Como sitio arqueológico el lugar fue descubierto en 1970 y su investigación sistemática empezó en 1996, como reconocimiento oficial del trabajo del arqueólogo Phil Weigand, su esposa Arcelia García y su equipo de investigación. A partir de los estudios de este equipo, se propone que el auge de esta ciudad ocurrió entre los años 200 y 400 d.C. y su caída se produjo hacia el 900 d.C, aunque se sabe que su antigüedad es de más de 2 mil años.3

Extensión

El sitio actual abarca 90 hectáreas aunque solamente se ha explorado el 1.3 por ciento , se estima que durante su apogeo tenía 24 mil, y que fue habitado por alrededor de 40 mil personas.4
Como en muchos otros sitios del continente, es un común denominador, por ejemplo en Calixtlahuaca5 y en Tiahuanaco, Bolivia.6 las construcciones de Guachimontones4 han tenido maltratos a lo largo de los años, y muchas piedras de las ruinas se han usado para empedrar calles y levantar casas en el pueblo.

EL CERRITO

EL CERRITO


Su nombre proviene de la identificación del sitio con su principal estructura, un basamento piramidal de 30 metros de altura. A lo largo del período novohispano recibió varios nombres. Es muy probable que los habitantes otomíes y chichimecas del valle de Querétaro hacia fines del siglo XVI, hayan llamado al sitio San Francisco Anbanica (Que quiere decir “templo alto” en otomí). Hacia finales del siglo XVIII fue nombrado como “el Cerrito de Cascajo”.  Por otro lado, en algunas fotografías de principios de siglo XVIII  (ubicadas en la fototeca del INAH), llevan como leyenda el nombre de “el Cerrito Pelón”. En la asignación de su nombre también habrá que considerar los derrumbes en las caras del basamento piramidal, los cuales dejaron expuesto su núcleo de tierra y piedra, sobre el cual creció la vegetación, dándole por muchos años el aspecto natural de un cerrito. Actualmente recibe el nombre popular de la Pirámide del Pueblito.


Importancia

Esta zona arqueológica se localiza a 7 km., de la ciudad de Querétaro. Su ocupación fue continua desde el Preclásico Superior hasta el siglo XVII. Las estructuras arquitectónicas fueron construidas en un espacio de suelos poco profundos con afloramientos rocosos, los cuales fueron aprovechados para la edificación de los basamentos y plataformas habitacionales. Las evidencias arqueológicas sugieren que el sitio captó influencias de distintas culturas a lo largo del tiempo: Chupícuaro, Teotihuacán, Toltecas, Chichimecas, Purépechas y Otomíes. Aunque ya desde el Clásico Tardío El Cerrito era un lugar que incorporaba a su territorio otros asentamientos menores, es hacia el Posclásico Temprano que El Cerrito tiene su época de mayor importancia como centro regional vinculado con la expansión Tolteca. Posterior a esta etapa, el sitio mantuvo su importancia como lugar de culto entre las etnias locales (Otomíes, Purépechas y Chichimecas). Fuentes franciscanas señalan que hacia 1632  los indígenas continuaban ofrendando a las deidades prehispánicas en los altares del sitio. Cronología: 300 a. C. a siglo XVII. Ubicación cronológica principal: Posclásico, 900 a 1200 d. C.

MACHUPICHU

MACHUPICHU



La ciudadela de Machu Picchu ha tenido diversos periodos de ocupación. Tomados de las crónicas, del estilo constructivo y las cerámicas encontradas, se deducen los siguientes:

Periodo Inicial: 1300 dc
Periodo Clásico: 1400 dc
Periodo Imperial: 1533 dc
Periodo de Transición: 1533-1572 dc

La historia de Machu Picchu

La mayoría de los arqueólogos modernos e historiadores coincide en que Machu Picchu fue construida por el Inca Pachacútec, el más grande estadista del Tahuantinsuyo, quien gobernó desde 1438 a 1471. Los arqueólogos presumen que la construcción de la ciudadela dataría del siglo XV, aproximadamente, fecha cronológica dada por el carbono 14 o radiocarbono.
La construcción de Machu Picchu corresponde al momento en que el pequeño señorío Inca comenzó a crecer. Según los arqueólogos, en esta zona se libró la última batalla que definió la victoria sobre los chancas, victoria que cubrió de prestigio y otorgó el poder al Inca Pachacútec.
Pachacútec fue el primer Inca en salir más allá del valle del Cusco luego de su épica victoria sobre los chancas. Fue el que llevó a cabo la expansión del Tahuantinsuyo y se le reconoce como el "constructor" del Cusco. Esta fue una de sus más grandes obras.
El origen de Machu Picchu es atribuido con cierta certeza a Pachacútec, aguerrido mandatario, que se caracterizó por sus conquistas territoriales, y el desarrollo de la religión y la espiritualidad. De allí es que hoy los estudios arqueológicos apoyan la teoría de que fue una hacienda real destinada al culto de los dioses y un desafío a las dotes de constructor del gobernante.


 Construida como refugio de lo más selecto de la aristocracia incaica, la fortaleza fue ubicada en la vertiente oriental de la cordillera del Vilcanota, a unos 80 km del Cusco, la capital del imperio. Su estratégica situación geográfica fue elegida con admirable acierto. Rodeada de profundos acantilados y alejada de la vista de extraños por una enmarañada selva, la ciudadela de Machu Picchu poseía la cualidad de tener una sola y angosta entrada, lo que permitía, en caso de un ataque sorpresivo, ser defendida por muy pocos guerreros.
Ocupada por lo menos por tres generaciones de Incas, la ciudadela de Machu Picchu fue abandonada en una decisión repentina y misteriosa. Las hipótesis más sólidas explican su desaparición de la memoria histórica en razón de que Machu Picchu era un lugar desconocido para las castas inferiores y sus rutas prohibidas para cualquiera que no formara parte del pequeño círculo del Inca.
Parte de las conquistas de Pachacútec incluyó el valle de Tampu, que a pesar de estar habitada por esa nación hermana del Cusco, no se libró de su férreo dominio. Por su belleza natural, clima benigno (uno de los mejores de los Andes) y rico suelo, Pachacútec fijó en Tampu el asentamiento predilecto de la nueva nobleza imperial, engalanando el valle con varias de las más fastuosas ciudades del Tahuantinsuyo, como Ollantaytambo y Machu Picchu. La elección del sitio para levantar Machu Picchu debió ser hecha con sumo cuidado, pues era, y aún lo es, un lugar perfecto para levantar un centro ceremonial. Se ubicaba, según el investigador Antonio Zapata, en la cadena de montañas más importante por su carácter sagrado, que comienza en el Salcantay (el apu, espíritu mayor) y termina en el Huayna Picchu. Era un lugar privilegiado para observar el movimiento de las estrellas y del sol, divinidades incaicas.
Además, de acuerdo con sus investigaciones, el lugar contaba con una cantera en las cercanías que podía proveer de las más finas piedras de granito blanco.
 El 24 de julio de 1911 es conocido como la fecha del "descubrimiento" de la famosa Ciudadela inca de Machu Picchu, tesoro arquitectónico que había permanecido oculto, por más de cuatro siglos, bajo la exuberante naturaleza del cañón del Urubamba. Este hallazgo fue hecho por el controvertido antropólogo, historiador o, simplemente, por el explorador norteamericano, aficionado a la arqueología, de la Universidad de Yale, profesor Hiram Bingham.

Si bien el descubrimiento le es adjudicado a Bingham, según el investigador del Cusco, Simone Waisbard, el hallazgo fue producto de una casualidad, ya que habrían sido Enrique Palma, Gabino Sánchez y Agustín Lizárraga, los primeros en visitar estos restos arqueológicos sobre cuyas piedras dejaron grabados sus nombres el 14 de julio de 1901. Y porque, además, el arqueólogo inglés buscaba, en realidad, la ciudad de Vitco, el último refugio de los incas y el último punto de resistencia contra los españoles. De manera que el citado descubrimiento de Bingham se reduciría a la difusión del hecho para la ciencia. Sin embargo, para su principal protagonista llegar a este día no fue producto del azar, sino de una extenuante investigación basada en las informaciones proporcionadas por campesinos del lugar, además de varios años de viajes y exploraciones por la zona.

Antes que Machu Picchu fuera descubierta es probable que formara parte de los fundos Qollapani y Kutija. Con el paso de los años quedó la hacienda Q`ente como unidad inmobiliaria. Ellos, Palma, Sánchez y Lizárraga, encontraron viviendo en el lugar al indígena Anacleto Alvarez, quien hacía ocho años atrás cultivaba las tierras arrendadas por doce soles anuales.

Los propietarios del fundo jamás habrían podido conocer metro a metro todo el lugar por su gran extensión y, especialmente, por su topografía tan agreste e irregular. Existieron personas que, efectivamente, conocieron Machu Picchu e incluso vivieron en ella, pero que no tuvieron idea de su grandeza ni de la importancia que tenía ni, mucho menos, tuvieron la posibilidad de darla a conocer al mundo.

GIZZA

GIZZA
 Es célebre en el mundo porque en sus cercanías se encuentra la meseta de Guiza, lugar donde hace unos 4.600 años se erigieron las tres grandes pirámides de la dinastía IV. Guiza forma parte de la gran necrópolis de Menfis, que se extendía a lo largo de más de cuarenta kilómetros y era conocida en el Imperio Antiguo de Egipto con el nombre genérico de Her-necher (la Necrópolis) o Imentet (Occidente).
Cada una de las tres grandes pirámides tenía su propio nombre, que designaba también a la necrópolis que la circundaba. El horizonte de Keops, Kefrén es grande y Micerino es divino. Durante el reinado de Keops fue cuando la meseta de Guiza alcanza gran relevancia.
Existen varios tipos de sepulturas en Guiza, como mastabas e hipogeos, destinadas a miembros de la familia reinante, altos dignatarios o sacerdotes.
Las pirámides que custodiaron los restos de los faraones formaban parte de amplios complejos funerarios, con templos, otras tumbas, y pirámides menores. Al Este de la pirámide de Keops se construyeron las denominadas pirámides de las reinas, de casi 50 metros de lado y 30 de altura, para servir de tumbas a su madre Hetepheres y a sus esposas Merytites y Henutsen. En el año 1992 se descubrió parte de otra pirámide situada al sudeste de la Gran Pirámide, con base cuadrada de 23 metros de lado y unos 12 metros de altura con tan sólo los restos de las tres primeras hileras de piedra.
Guiza1 (en árabe: الجيزة Al-Ğīzah, pronunciado Al-Dyísah en dialecto egipcio) es una ciudad de Egipto situada en la orilla occidental del río Nilo, a unos veinte kilómetros al sudoeste del centro de El Cairo, formando parte del área metropolitana de la capital egipcia. Es la capital de la gobernación del mismo nombre. Su población era de 2.681.863 habitantes en 2006.2


Situada muy cerca de El Cairo, la ciudad de Giza acoge la necrópolis de la antigua ciudad de Menfis. Allí se encuentran tres famosas pirámides: la de Keops, la de Kefren y la de Micerino. Las pirámides egipcias eran monumentos funerarios que los emperadores mandaban construir en su honor. La mayoría de ellas eran cenotafios, esto es, tumbas vacías.
Aunque la leyenda indica que las pirámides fueron construidas por miles de esclavos, diversos estudios científicos indican que, probablemente, la construcción estuviera a cargo de mano de obra cualificada. Tras miles de años transcurridos desde que se erigió la primera pirámide, lo cierto es que no se sabe a ciencia cierta cómo se construyeron. Las grandes pirámides como las de Keops, Kefren y Micerino tomaban el nombre del faraón al que se consagraban.
La construcción de la de Keops, cuyo nombre significa "domina el horizonte" comenzó en torno al 2550 a.C, y finalizó unos veinte años después. Originariamente tenía una altura de 150 metros. En la actualidad mide 136 metros debido a la pérdida de un trozo de la cima. La pirámide de Keops es la más antigua y la más grande de las pirámides de Giza.
La de Kefren se comenzó a construir poco después de finalizarse la de Keops, cuando Kefren, al parecer hermano de Keops, llevaba unos cuantos años reinando. En su momento, con una altura de 143 metros, se creyó que está era más alta que la de Keops. Esta era una falsa impresión ya que la pirámide de Kefren se construyó en una zona más elevada. Hoy en día, la de Kefren supera en algunos metros a la de Keops debido a la pérdida de la cima de esta última.
De tan solo 65 metros de altura, la pirámide de Micerino la mandó construir el propio faraón. En las exploraciones arqueológicas que se llevaron a cabo en ella durante el pasado siglo, se encontró un sarcófago de basalto. Probablemente perteneciente a Micerino, este se perdió en un naufragio en el mar Mediterráneo frente a las costas murcianas.

PALENQUE

PALENQUE


Palenque es una ciudad del estado mexicano de Chiapas. La ciudad de Palenque cuenta con muchos hoteles de varias categorías, en los que se hospedan la mayor parte de quienes visitan la zona arqueológica de Palenque, las cascadas de Misol-Ha, Cascadas de Agua Azul y Agua Clara, el río Chacamax (nututun); es una ciudad maya, ubicada en el estado mexicano de Chiapas, cerca del río Usumacinta. Es uno de los sitios más impresionantes de esta cultura. En comparación con otras ciudades mayas, se la considera de tamaño mediano: menor que Tikal o Copán, pero destaca por su acervo arquitectónico y escultórico.










La ciudad de Palenque fue fundada en 1567 por el fraile dominico Pedro Lorenzo (o Laurencio) de la Nada. En la nueva localidad, Fray Pedro Lorenzo integró a familias de la etnia de los choles, quienes se encontraban viviendo de forma dispersa en la selva lacandona. Los choles aún habitan la zona de los municipios de Palenque, Salto del Agua, Tumbalá, Tila y Sabanilla en nuestros días, en las montañas del norte del estado de Chiapas y la zona de transición a la llanura del Golfo de México. Los nativos llamaban Otolún al sitio de Palenque, y su significado en idioma chol es sitio cercado o fortificado.
Pasaron casi doscientos años desde la fundación de la "moderna" localidad de Otolún o Palenque hasta 1740, cuando el sacerdote Antonio Solís descubrió la zona arqueológica de Palenque.
Sesenta años después, el 29 de octubre de 1813, Palenque fue declarada Villa mediante el decreto expedido por las Cortes de Cádiz. El 19 de diciembre de 1972 el entonces gobernador constitucional del estado de Chiapas en funciones, Manuel Velasco Suárez, le otorgó la categoría de ciudad.
La zona arqueológica de Palenque fue una gran ciudad de la cultura maya durante el período clásico; su tamaño se estima en 7 km de este a oeste, que aún no ha sido explorado totalmente. Además de que cuenta con la selva más grande del mundo: "La selva Lacandona" .

Geografía

Cascadas de Agua Azul.
Palenque se comunica al sur por la carretera federal 199 con San Cristóbal de las Casas, hacia el sureste por la carretera federal 307 con el sitio arqueológico de Bonampak y la Reserva de la Biósfera de Montes Azules. La trayectoria de la carretera federal 199 al norte de Palenque enlaza con la carretera federal 186, la cual comunica al oeste a la ciudad de Villahermosa y al noreste con Escárcega.
Debido a su ubicación entre los límites montañosos del norte y oriente del estado de Chiapas y de la llanura del Golfo, el relieve de la localidad es muy variado, con terrenos accidentados y semiplanos. La vegetación es considerada selva alta.

Clima

El clima es cálido húmedo, con una media de temperatura anual de 26 °C, la precipitación pluvial es de 2,762.9 mm al año, los vientos dominantes son del "norte", especialmente en el invierno.

Hidrografía

Por las características del terreno montañoso y el clima de la zona, los recursos hidrológicos son abundantes, en los alrededores de Palenque corren los ríos Usumacinta, Chamacax, Chancalá, Chocoljaito, Bascán, Michol, San Simón, Trapiche.

Flora y fauna

La diversidad de la flora contempla recursos madereros como ceiba, cedro, caoba, chicozapote, así como guarumbo, hule, jimba, capulín, calaguaste, canishte, coralillo, castarica, pasaque, guayacán.
La fauna también es variada, se puede encontrar jabalí, armadillo, mapache, tortuga plana, tortuga cocodrilo, puercoespín, coatí (tejón), tlacuache (zarigüeya), venado cabrito, iguana de ribera, boa, coralillo y zopilote rey, así como aves como colibrí pea, chachalacas y algunos tucanes.

Población

La población de Palenque se dedica en un gran porcentaje a las actividades agropecuarias, en un menor porcentaje a la industria de la transformación y al comercio.
La etnología de Palenque, es variada, los grupos más importantes de indígenas que habitan son choles, tzeltales y lacandones.
La ciudad de Palenque es una ciudad con mucho turismo y comercio.

CHICHENITZA

                                 CHICHENITZA

Los múltiples y monumentales edificios de la gran explanada de Chichén Itzá están presididos por la Pirámide de KukulcáN, llamado por muchos "el Castillo", uno de los edificios más notables de la arquitectura maya. Es una pirámide de cuatro lados que culmina en un templo rectangular. Se asienta sobre una plataforma rectangular de 55,5 metros de ancho y tiene una altura de 24 metros. Cada lado de la pirámide tiene una gran escalinata, 91 escalones por lado y 1 más que conduce al templo superior, dando 365 escalones, uno por día del año. Balaustradas de piedra flanquean cada escalera, y en la base de la escalinata norte se asientan dos colosales cabezas de serpientes emplumadas, efigies del dios Kukulcán. Es en estas escalinatas y muy particularmente en sus pretiles o balaustradas, donde se proyectan durante el transcurso del día equinoccial, las sombras de las aristas de las plataformas o basamentos superpuestos, que integran el gran edificio, configurándose así la imagen del cuerpo de la serpiente-dios, que al paso de las horas parece moverse descendiendo y rematando en la mencionada cabeza pétrea situada en la base inferior de la escalinata.
Es en este juego de luz y sombra, que representa la "bajada" de Kukulcán a la tierra, como quisieron los mayas simbolizar el mandato superior de acudir a la labor agrícola, ante la inminencia de la llegada de las lluvias, al concluir el mes de marzo en que se inicia la temporada de siembra de la milpa en la región.12
Queda evidente la íntima relación que hicieron, los inventores de semejante montaje, de su conocimiento astronómico, aplicado a la arquitectura, en un entorno religioso y para un fin estrictamente político de liderazgo de masas, que debían concurrir puntualmente a la cita de una ardua tarea de supervivencia: la del pesado trabajo agrícola de su cultivo esencial, el maíz, base de su alimentación. Se infiere, por ende, que ese espectáculo que hoy vemos como mágico, tenía que ver con la estabilidad social de los mayasLas edificaciones de Chichén Itzá muestran un gran número de elementos arquitectónicos e iconográficos que algunos historiadores han querido llamar mexicanizados.8 Lo cierto es que es visible la influencia de las culturas provenientes del altiplano mexicano, y la mezcla con el estilo Puuc, proveniente de la zona alta de la península, de la arquitectura clásica maya. La presencia de estos elementos procedentes de las culturas del altiplano fueron concebidas hasta hace algunos años como producto de una migración masiva o conquista de la ciudad maya por parte de grupos toltecas. Sin embargo, estudios más recientes9 sugieren que pudieron haber sido la expresión cultural de un sistema político muy extendido y prestigioso durante el posclásico temprano en toda Mesoamérica.
Chichén Itzá fue fundada hacia el año 525 d.C., durante "la primera bajada o bajada pequeña del oriente que refieren las crónicas", por los chanes de Bacalar (que después se llamaron itzá) y más tarde aún cocomes.7
Habiendo establecido los chanes la capital de su gobierno en Chichén Itzá en la época señalada, provenientes de Bacalar, continuaron su trayecto de oriente a poniente en la península de Yucatán, al cabo del cual fundarían también otras ciudades importantes como Ek Balam, Izamal, Motul, T'Hó, la actual Mérida de Yucatán y Champotón.7
Ya hacia el final del período clásico tardío, en el siglo ix, Chichén se convirtió en uno de los más importantes centros políticos de las tierras del Mayab. Para el principio del posclásico (desde el año 900 hasta el 1500), la ciudad se había consolidado como principal centro de poder en la península yucateca.Su nombre deriva de las palabras mayas: "Chi" (boca), "Che'en" (pozo), "Itz" (mago o brujo) y "Há" (agua), al unir las palabras se obtiene la boca del pozo de los brujos del agua. "En la orilla del pozo de los brujos de agua"5 o bien Chichén Itzá Huasteco Ch'iich'en (en estado/apariencia de pájaro), Huasteco Itzam' (Serpiente) Serpiente Emplumada.6 Tal es el nombre del que fue uno de los principales asentamientos de los mayas durante el período posclásico en la península de Yucatán, que se localiza 110 km al este de Mérida, capital del estado mexicano de Yucatán.

TOLUQUILLA

 RANAS TOLUQUILLA

Muy posiblemente Toluquilla estuvo relacionada con el vecino sitio de Ranas.

Toluquilla es una pequeña zona arqueológica que se localiza a 93 km al noroeste de Tequisquiapan, en el estado de Querétaro. 

Muy posiblemente Toluquilla estuvo relacionada con el vecino sitio de Ranas; los estudios indican que permaneció ocupada desde el año 300 d.C. hasta alrededor del 1300 de nuestra era. Es probable que este centro ceremonial, político y administrativo desempeñara un destacado papel en el control de la explotación del cinabrio y de las rutas comerciales del área. El sitio está ubicado de manera estratégica en la parte superior de un cerro de forma alargada, rodeado por barrancas, que fue adaptado para levantar sobre él una serie de estructuras piramidales de piedra y lodo recubiertas con lajas. Sobresalen en el sitio sus cuatro juegos de pelota, uno de ellos de grandes dimensiones, y un edificio con restos de estuco en su muro exterior.   
Aunque la zona arqueológica no es muy grandes, si se recomienda vestir ropa fresca y cómoda; así como una gorra o sombrero por si el día es soleado.
Zona arqueológica de Toluquilla. Foto: Rafael Doniz

martes, 3 de marzo de 2015

TEOTIHUACAN



PIRAMIDES DE TEOTIHUACAN
 
 
Teotihuacán (en náhuatl: Teotihuacán, ‘"Es un lugar donde los hombres se convierten en dioses";[1] Lugar donde fueron hechos los dioses; ciudad de los dioses’)?[a] es el nombre que se da a la que fue una de las mayores ciudades prehispánicas de Mesoamérica. El topónimo es de origen náhuatl y fue empleado por los mexicas, pero se desconoce el nombre que le daban sus habitantes. Los restos de la ciudad se encuentran al noreste del valle de México, en los municipios de Teotihuacán y San Martín de las Pirámides (estado de México), aproximadamente a 45 kilómetros de distancia del centro de la Ciudad de México. La zona de monumentos arqueológicos fue declarada Patrimonio de la Humanidad por Unesco en 1987.
 
Los orígenes de Teotihuacán son todavía objeto de investigación entre los especialistas. Alrededor del inicio de la era cristiana, Teotihuacán era una aldea que cobraba importancia como centro de culto en la cuenca del Anáhuac. Las primeras construcciones de envergadura proceden de esa época, como muestran las excavaciones en la Pirámide de la Luna. El apogeo de la ciudad tuvo lugar durante el Periodo Clásico (ss. III-VII d. C.). En esa etapa, la ciudad fue un importante nodo comercial y político que llegó a tener una superficie de casi 21 km2, con una población de 100 mil a 200 mil habitantes. La influencia de Teotihuacán se dejó sentir por todos los rumbos de Mesoamérica, como muestran los descubrimientos en ciudades como Tikal y Monte Albán, entre otros sitios que tuvieron una importante relación con los teotihuacanos. El declive de la ciudad ocurrió en el siglo VII, en un contexto marcado por inestabilidad política, rebeliones internas y cambios climatológicos que causaron un colapso en el Norte de Mesoamérica. La mayor parte de la población de la ciudad se dispersó por diversas localidades en la cuenca de México.
Se desconoce cuál era la identidad étnica de los primeros habitantes de Teotihuacán. Entre los candidatos se encuentran los totonacos, los nahuas y los pueblos de idioma otomangue, particularmente los otomíes. Las hipótesis más recientes apuntan a que Teotihuacán fue una urbe cosmopolita en cuyo florecimiento se vieron involucrados grupos de diverso origen étnico, como muestran los descubrimientos en el barrio zapoteco de la ciudad y la presencia de objetos provenientes de otras regiones de Mesoamérica, sobre todo de la región del Golfo y del área maya.

La época de mayor apogeo de Teotihuacán corresponde al periodo Clásico Temprano de Mesoamérica (ss. II/III-VI). Sin embargo, los inicios de la ciudad deben colocarse en el primer milenio antes de la era común. Localizada estratégicamente al noreste del valle de México, en las cercanías de la ribera norte del lago de Texcoco,Teotihuacán se convirtió en la principal competencia de Cui Cuilco durante el Preclásico Tardío. La erupción del Ixtle en el sur del valle apresuró la caída de Cuicuilco y favoreció la concentración de la población y el poder político y económico en Teotihuacán.
Por motivos que aún no han sido del todo dilucidados, Teotihuacán se colapsó hacia mediados del siglo VIII, dando lugar al Período Epiclásico mesoamericano. Los vestigios de la ciudad dieron origen a numerosas explicaciones sobre su presencia entre los pueblos nahuas del Posclásico, y estas explicaciones son conocidas por la labor recopilatoria de recuperación de los misioneros de Indias, en concreto Bernardino de Sahagún.
Hay poca información sobre el proceso que llevó a la fundación de Teotihuacán. A partir del Preclásico Medio se desarrolló en el valle de Teotihuacán un pequeño grupo de aldeas dedicadas a la agricultura. Estas aldeas eran contemporáneas a Terremote Tlaltenco, Tlatilco y Cuicuilco, y su desarrollo corresponde a las fases Cuanalán y Tezoyuca[h] (c. 500-100 a. C.). Durante la fase Cuanalán se establecen las primeras aldeas en el valle de Teotihuacán que aprovecharon las condiciones del entorno para la práctica de la agricultura. Las aldeas se ubican en las inmediaciones de los ríos y manantiales, así como en el norte del valle. En esta época se establece el asentamiento más antiguo en la sierra de Patlachique. Se ha propuesto como hipótesis que los habitantes de estos asentamientos podrían ser otomíes o popo locas, pero no hay evidencia contundente en ese sentido.[i] En la fase Tezoyuca esta última fase hay un patrón de cinco asentamientos que probablemente tenían funciones defensivas. Los yacimientos correspondientes a esta época presentan influencia de la cultura de Chupícuaro, que se desarrollaba en El Bajío por aquellas fechas.[29]
Alrededor del año 100 a. C. se comenzaron a desarrollar dos asentamientos dentro de lo que sería unos siglos más tarde la metrópoli teotihuacana. Uno de ellos corresponde al área ceremonial de Teotihuacán, sobre la calzada de los Muertos.[30] El cálculo para la población de la región durante esa época —comprendida dentro de la fase Patlachique— es de aproximadamente cinco mil personas, lo que pone en relieve un repunte demográfico notable para la siguiente fase de Teotihuacán.
El aumento de la población en el valle teotihuacano está relacionado con el abandono progresivo de Cuicuilco, pero hay evidencia de que otras poblaciones en la cuenca del Anáhuac fueron absorbidas por el crecimiento de Teotihuacán. El emplazamiento de la ciudad revela que los fundadores buscaron una posición estratégica que favoreciera la agricultura y asegurara el abasto de la ciudad. Las zonas con manantiales en la sierra de Patlachique y el cerro Gordo muestran una mayor concentración demográfica que el valle, pues tienen condiciones propicias para una agricultura de alto rendimiento. Puede ser posible que de alguna manera la élite de la región haya motivado a los habitantes a concentrarse en la región de Teotihuacán.